Ya lo veía diciendo hace
días y nadie me hacía caso…que si estás exagerando, que si mucho lo dices, pero
no lo harás, que si nunca lo has hecho, que si no eres capaz…etc. Esto parecía el cuento de
la lechera, o el del cántaro y la fuente…hay tantos…
El caso es que creo que el
día está cerca. Ese día tan señalado para
mí, tan esperado por mí, que tanto miedo me da, y tan desconocido hasta ahora
para los demás, será el día en que la persona que tengo dentro, si, esa que existía
antes de ser cuidadora, la que es tan diferente a la de ahora, saldrá para
quedarse y reemplazar en la que me he convertido.
Vivo para otra persona que
me necesita más; la cuido 24 horas al día, a tiempo completo; Full time, como se dice ahora, cuando se
aplica la expresión a un Master. Porque podría ser cuidador Part Time (tiempo parcial), como también
se dice ahora, pero no es posible, el cuidador principal de una persona con Alzheimer
nunca puede hacer el Master Part Time,
lo hace Full, para siempre, non stop, hay tantas expresiones…
Voy a abrir ese armario
tan grande que tengo en casa y que está medio vacío, (o medio lleno, según el
día en que se mire) y lo voy a utilizar para guardarla. Voy a guardar a la súper persona que tengo dentro, a la que
hace el papel de cuidador@, a la que
nunca se queja, a la que vive para otros que nunca son ella misma, a la que se
quedó sin vida hace 10 años y recupera un trocito de la que le queda cada vez
que alguien la releva. Sólo recupera un trocito porque lo demás se queda
pendiente de supervisar todo aquello que no quiere que escape a su control.
Me tengo que acordar también
de reservar un cajón para guardar al superespos@
al superamig@ al super hij@ al super emplead@ al superabuel@ y a la supervecin@,
no quiero dejarlos sin guardar, ellos también pesan lo suyo en mi mochila.
Dedicado a todos aquellos cuidadores principales de una persona enferma de Alzheimer.
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