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martes, 19 de mayo de 2015

DUELO ANTICIPATORIO

Todos conocemos qué es el duelo. Bien porque lo hemos sentido, bien porque hemos oído hablar de él.

El duelo, en todas sus manifestaciones es la reacción psicológica que se produce ante la pérdida de alguien o algo significativo para nosotros.
La definición habla de alguien o algo, da a entender que es una pérdida siempre tangible, pero no habla de relaciones, apego, sentimientos…etc. y habla de pérdida total, no de pérdida parcial o de pérdida subjetiva.

En cuidadores o familiares de enfermos de Alzheimer se da una situación curiosa de duelo, que tiene que ver con la pérdida relacional que poseíamos con la persona enferma y que ya no está vigente, debido a su cambio en la personalidad y el olvido que provocan sus circunstancias. Se llama duelo anticipatorio o anticipado.


Es la reacción que causa negación, ira, tristeza y finalmente y de forma cuasi-obligatoria, la aceptación de la realidad ante la pérdida de la relación que teníamos con la persona que sufre Alzheimer, y que puede resultar, según estudios recientes, tanto o más dolorosa como la propia desaparición total de la persona.

Al cuidador o familiar del enfermo de Alzheimer, puede llegar a causarle tal impacto la perdida de los afectos que tenía con el enfermo, y el cambio debido a la enfermedad que sufre la relación entre ambos, que el duelo anticipado o anticipatorio puede convertirse en un proceso muy doloroso que incapacita al cuidador para manejar la situación que atraviesa.

Entre las pérdidas que provocan el duelo anticipado están la falta de reciprocidad en la relación (ya sea conyugal, filial…etc.) debida al deterioro cognitivo de la persona enferma, las alteraciones de la personalidad de ésta, el humor o la falta de éste, la agresividad, la desinhibición…etc.

Los aspectos de riesgo para que se produzca en el cuidador el duelo anticipado del que hablamos pueden ser (entre otros) los siguientes :

Sobrecarga del cuidador/familiar, relación anterior de dependencia-ambivalencia con el enfermo, personalidad del cuidador/familiar (personalidad fuerte, débil, dependiente, obsesiva, complaciente…etc.), estrategias del cuidador/familiar para afrontar la situación…etc.

Y es que perder a una persona cercana/querida es una situación dura, triste y a menudo difícil de superar, pero perder la esencia de una persona, la relación que teníamos con ella, y ver que lo construido se ha evaporado con la enfermedad puede resultar a veces incluso más duro que la propia pérdida total.

¿Habíais oído hablar del duelo anticipatorio en el Alzheimer?

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